Black Line Tattoo Studio

Nates está vinculado al arte urbano desde muy pequeño, con tan solo 13 años pintó su primer graffiti y gracias a este oficio descubrió el mundo del tatuaje, sintiendo gran curiosidad de poder realizar piezas duraderas en el tiempo, cambiando el lienzo de una pared por la piel de sus amigos. Así es como comenzó, tatuando a amigos y familiares hasta que no sabía a quién estaba tatuando al mismo modo que la lista de espera crecía. Su estilo se basa en el realismo a color y en black and grey además del neo tradicional.

Enrique al igual que su amigo Nates comenzó por casualidad, en su caso gracias su vecino. Enrique siempre se ha caracterizado por su creatividad y la perseverancia que muestra en aquello que le gusta. Hace varios años su vecino le mostró una maquina de tatuar y poco a poco fue aprendiendo hasta convertirse en el tatuador que es hoy en día. Su estilo se basa en la sencillez y la perfección del trabajo lineal, geométrico, ornamental o mándala, limpiando mucho sus trabajos y utilizando pequeños detalles, aquellos que marcan la diferencia.