The HOWL Tattoo

Cham comenzó a tatuar gracias a un amigo que le ofreció un kit de máquinas. A raíz de este pequeño regalo y el interés que sentía por los tatuajes además del dibujo y la pintura, comenzó a hacer sus pequeñas obras de arte como principiante. Al principio lo tomó como afición, realizando tatuajes a sus amigos o conocidos hasta que los tatuajes se convirtieron en su gran pasión. Por tanto, decidió apostar por ello y dedicar todo su tiempo en mejorar y poder trabajar como tatuador. A día de hoy lleva más de 5 años decorando la piel de sus clientes, su estilo se basa en el tradicional, neo tradicional, geométrico o dot work.

Jairock lleva el arte en el venas, desde pequeño supo que quería dedicarse a las artes plásticas, es lo que más le ha gustado hacer desde que tiene uso de razón. En el instituto solo se dedicaba a dibujar y a pintar, además con esa edad empezó con el graffiti. Cada vez le llamaba más la atención los tatuajes y decidió aprender a hacerlos, descubriendo la profesión a medida del interés que sentía hacía ellos. Finalmente decidió apostar por este increíble arte, empezando por aprender una sólida base de dibujo. Jairock no se cierra en un solo estilo, es una artista muy versátil; color, blanco y negro, trabajo de línea, puntillismo, con más plano o más volumen pero dejando a la vista su toque personal. Su influencia principal es el realismo y el new school. Por un lado, el realismo le ha acompañado desde sus inicios, con 16 años ya estaba retratando caras. Por otro lado, siempre le ha llamado más la atención los dibujos lineales del graffiti, comics o de animación. Siente gran admiración por el estilo japonés y neo tradicional por lo simples pero potentes y sólidos que resultan. A grosso modo, Jairock se considera un enamorado del tatuaje valorando la técnica y la dificultad de cada estilo y utilizándolo como herramienta para crear sus propios diseños con su firma personal.

Eko comenzó por el graffiti, arte que se le daba muy bien pero a su vez sentía mucha curiosidad por el tatuaje, por tanto decidió probar suerte. A finales de 2010 comenzó a tatuar a algunos amigos, luego a amigos de amigos hasta que no sabía a quién estaba tatuando, por tanto, decidió dedicarse plenamente al tattoo, trabajando las 24 horas del día en su gran pasión, a vivir por y para ello, tatuar y dibujar, esfuerzo y constancia. Al de 3 años decidió regresar a Castellón, su ciudad natal y comenzó a trabajar en el conocido estudio Zeta Tattoo. Eko compagina el trabaja en ambos estudios, siendo colaborador habitual en The How Tattoo. Actualmente está experimentando tramas y texturas del blackwork, pero es un enamorado del neo tradicional, el contraste de las líneas, un negro sólido y colores contrastados sutilmente, sus referencias principales suelen ser animales, plantas y naturaleza muerta.

Zane comenzó hace 3 años y medio, desde pequeño sintió curiosidad por el dibujo y la pintura. En el instituto se metió en el mundo del graffiti y con el paso del tiempo conoció a gente que tatuaba, ayudándolos con los diseños de los tattoos. Ellos fueron los que le regalaron su primera máquina y los que le animaron a iniciarse en el tatuaje. Al principio lo compaginaba con sus otros trabajos hasta que tatuar era lo que más feliz le hacía y decidió apostar por ello. Siente predilección por el realismo black&grey aunque le gusta mucho el color y new school.